jueves, 27 de diciembre de 2012
Los Berreantes Becerros
Recuerdo una clase de 2º de BUP en la que nuestra profesora de lengua y literatua del instituto nos explicó el significado de aliteración. A renglón seguido puso el ejemplo caracterísco de los libros de texto, "El vuelo aleve de la libélula leve", por aquel entonces tendría yo unos 15 años y la verdad es que aquel ejemplo fue uno de esos ejemplos que consiguen que el término que évoca se te quede grabado en la mente de por vida. La aliteración o lo que es lo mismo: "conseguir que una frase suene musical o rudo a tenor de la repetición consecutiva de un mismo fonema, o de fonemas similares, dejó huella en mi. No es mi intención aburrir al lector con tecnicismos gramaticales parafraseados pero resulta que la profesora nos mandó para casa inventarnos una aliteración y después de mucho elucubrar, poner y quitar, he aquí lo que una musa ebria me susurró al oído: "Corros de Carros acarreaban correas y tarros mientras los berreantes becerros corrian errantes por los cerros cerrados de la sierra albarraceña". La impresión que me causó tamaña cantidad de erres fue tal que decidí decirla en voz alta al día siguiente. A la hora de la verdad estaba yo verdaderamente nervioso, cuando la profesora, propuso a los alumnos que recitaran sus aliteraciones ,y yo sin más, solté aquella frase errada... al terminar se hizo en la clase el silencio mas expectante y cuando la profesora fijó su mirada en la mía, antes de articular palabra, y sé que muchos de ustedes no lo creerán, en un campo anexo al instituto un becerro berreo "beeeee". Juraría yo que la profesora cambió de color y la clase entera explotó en una carcajada conjunta. Cuando todo aquello pareció calmarse la profesora confesó con lágrimas en los ojos: Señores hemos asistido a la mejor aliteración de la historia... con cabra o becerro incluido.
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